Soy bastante imperfecta. Como todos, sí. En definitiva, si soy fuerte es sólo por ser débil. Mi impulso viene de la lucha constante con la voz que dice que no soy capaz.
No creo que hoy por hoy sea un producto acabado ni mucho menos. Me voy haciendo y esculpiendo con la marea y con los golpes y las caricias que elijo encarar.
Me gusta saber que tengo abierta la puerta al cambio y la mejora.
En otra tónica...
Ando acumulando recuerdos como videos mentales. A su vez, por designios del destino, ¿o será por la predisposición que dan los cambios?, últimamente conozco y conecto (a falta de otro verbo), con amigos nuevos muy interesantes. ¡Qué suerte la mía!
